La operadora de Banda Ancha con centros en España, Orange, ha decidido ir a por todas en lo que a ciertos usuarios respecta, y visto lo visto, no le importa lo más mínimo la imagen que puedan llegar a dar de cara a Internet.
Orange ha llevado a juicio a un usuario que estaba en su compañía y le piden ni más ni menos, que 3.000 euros. ¿La causa? Según Orange, es sólo una penalización por abandonar el servicio. Después de, curiosamente, cientos de problemas de facturas, e incluso falsificaciones de contratos sobre este usuario por parte de la compañía. ¿Qué te parece?
Estos movimientos hacen dar aún más fuerza a todos los usuarios que señalan a Orange como el peor de los alternativos, quizás especialmente, por la fama que tienen de cara a Internet. Casos como este, dejan al operador aún más en evidencia.
Autor: Daniel Piñas