Al fin y al cabo, llevan su razón, ¿no crees? La Guardia Civil y la Policía Nacional ha apuntado lo que supone conectarse a puntos WiFi ajenos, especialmente cuando se utilizan programas que hacen todo el trabajo por sí solos, incluyendo el crackeo de contraseñas.
Esto, según las Fuerzas de Seguridad, puede suponer un grave riesgo tanto para el propietario de la conexión, como el que se conecta. En éste último caso, al entrar en dicha red inalámbrica sus datos personales y todo el contenido que envíe o reciba a Internet pueden quedar permanentemente grabados en un receptor, dejando así absolutamente toda su información a merced del propietario.
Con esto en mano, en caso de que el usuario conectado a la red inalámbrica decida enviar información sensible -como conectarse a su cuenta del banco-, puede tener el Agosto hecho… ya que en ese momento podría haber dado todos sus datos de acceso, a terceras personas. Y básicamente, tendrían acceso a su banco con total impunidad. Y esto, es sólo un ejemplo.
Vía: Banda Ancha
Autor: Daniel Piñas