Claro, viendo el título no resulta ninguna novedad. Pero ahora, una consultora especializada ha llevado a cabo un relevamiento que confirma lo que el sentido común nos indicaba: Word es simplemente un hábito.
El procesador de textos de las suites ofimáticas Office no es ninguna necesidad, si no más bien que el usuario está familiarizado a él. Por ello, lo que muchas empresas están comenzando a pensar es en cambiarse a otro programa. Las opciones que más resuenan son las alternativas basadas en la Web, que cambiarán la forma de crear y compartir documentos.
Los hábitos no son fáciles de romper, a pesar de haber alternativas, algunas gratuitas para un cierto número de usuarios y que hasta ahora no habían logrado captar el interés corporativo.
Las herramientas web de Google, Adobe Systems o Zoho son sólo algunas de las opciones a las que se puede cambiar. Son más rentables y facilitan la colaboración en línea y su uso es aún más sencillo. Microsoft, por su parte, intentará dar su respuesta a partir de Office on line.
Vía: The Inquirer
Autor: Natalia