Gmail acaba de implementar una nueva característica que permite incrustar imágenes en un mail simplemente arrastrando la imagen de nuestro equipo al cuerpo del mail.
Al hacer esto, la imagen se subirá automáticamente a los servidores de Gmail y podremos redimensionarla a nuestro gusto para enviar por mail. Hasta ahora también podíamos hacer esto mismo si teníamos activada la característica correspondiente en los Labs de Google, pero a partir de ahora no será necesario activarla ya que pasa a formar parte de las características nativas de Gmail.
En definitiva otro pasito más (que quizá pase algo desapercibido) de Google en pro del cliente de correo online definitivo. A este paso se va a hacer más cómodo trabajar online que en local (eso sí, siempre y cuando la calidad de la conexión acompañe).
Vía: Gmail blog
Autor: Jorge Autor