No hace mucho que las principales operadoras alternativas a Telefónica (Orange, Ya.com, Jazztel y ONO) solicitaron al Gobierno (especialmente, al Ministerio de Industria) que separasen la red de Telefónica para poder tener una competencia leal y justa. ¿Lo recuerdas? Seguro que sí...
Hoy el Ministro Joan Clos se ha pronunciado, y como cabe esperar, ha dicho que no tomarán ninguna medida ya que la competencia actual es justa y el servicio funciona bien. El Gobierno está satisfecho con la competencia actual, y no es para menos.
No es de extrañar que estén contentos con la actual competencia, puesto que es prácticamente inexistente a nivel global. Cuando el resto de compañías le tienen que alquilar las líneas a Telefónica y tienen que pagar precios estratosféricos por las averías a modo de impuestos es que algo falla, y donde el monopolio de la pública se hace notar.
Pero ahí es donde los usuarios no podemos entrar. Si a nivel de calidad de usuario no tenemos palabra, a tal nivel ni siquiera eso. Hay mucha resignación por parte del resto de compañías, pero lamentalemente para ellos es lo que hay.
¿A nosotros nos perjudica esto? Claro que sí. Si no hay competencia Telefónica no tendrá prisa en subir las líneas, y el resto no pueden hacerlo libremente ya que están controladas por la grande. Telefónica es quien pone la meta, y la velocidad está a su merced. Una mejor competencia no sólo beneficia a las compañías, sino a los usuarios. Claro que una mayor competencia supone una disminución de los ingresos para la compañía pública, y eso no se lo pueden permitir. Antes que eso, una menor calidad a los usuarios siempre es mejor.
Vía: Menéame
Autor: Daniel Piñas
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