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Proctoring: qué es, cuándo conviene y qué valor aporta a tu empresa

4 de septiembre de 2025

Software

Imagina que tu pyme debe certificar a veinte comerciales tras un curso de producto, o que necesitas evaluar de forma fiable a candidatos en un proceso de selección remoto. Reunir a todo el mundo en un lugar no siempre es viable ni rentable. Ahí es donde entra el proctoring: la supervisión tecnológica de pruebas digitales que permite que una evaluación online sea tan defendible como una presencial.

¿Qué es exactamente el proctoring?

El proctoring es el conjunto de procesos y herramientas que verifican la identidad del examinando y monitorizan el desarrollo de una prueba. No es una única tecnología: engloba desde la verificación con documento y foto, la grabación de cámara y audio, el registro de la actividad en pantalla, hasta análisis automatizados que generan alertas para revisión humana. En su mejor versión, ofrece evidencias fidedignas (vídeos, logs, informes) para interpretar lo ocurrido en una evaluación.

Un poco de etimología: ¿por qué se llama así?

La palabra proviene de proctor, relacionada con procurator en latín: quien cuida o vela por algo. Traducido a la práctica moderna, proctoring es custodiar la integridad de una evaluación, pero ahora con herramientas digitales.

¿Por qué y cuándo interesa a una pyme?

Para una pyme, proctoring tiene sentido cuando la organización necesita garantías sobre la validez de una formación o prueba. Casos habituales pueden ser:

  • certificaciones internas obligatorias (por ejemplo, cumplimiento legal o seguridad laboral),
  • evaluaciones de formación técnica,
  • procesos de selección masivos,
  • evaluación del talento,
  • pruebas vinculadas a incentivos.

También es útil cuando el coste de reunir personas presencialmente es mayor que la inversión en tecnología de supervisión.

No es necesario para cada test: para encuestas internas, microquizzes informales o actividades de aprendizaje continuo de bajo riesgo, resulta desproporcionado. La clave es evaluar el impacto de un fraude potencial y la importancia del resultado del examen para la pyme.

¿Cómo funciona en la práctica (sin tecnicismos)?

Una prueba con proctoring suele seguir estos pasos:

  • el candidato se identifica mediante un documento o selfie;
  • se activa la cámara y el micrófono;
  • la plataforma registra la pantalla, toma capturas o vídeo aleatorias y registra eventos (apertura de otras apps, ausencia prolongada, múltiples personas en cámara);
  • el sistema genera un informe con alertas que un especialista humano revisa si es necesario.

Existen modos totalmente automatizados, revisión posterior o vigilancia en vivo según el nivel de exigencia.

Antiplagio vs. proctoring: ¿son lo mismo?

No. El antiplagio compara documentos para detectar copia en trabajos escritos; actúa sobre el producto final. El proctoring vigila el proceso: quién realiza la prueba y en qué condiciones. En muchos programas ambos se usan de forma complementaria para asegurar la integridad académica y profesional. Aunque es el proctoring la solución que puede ayudar a verificar si un candidato hace uso de IA generativa en un proceso de selección, por ejemplo.

Beneficios clave para las pymes

Para una empresa pequeña o mediana, los beneficios prácticos son claros:

  • Credibilidad interna y externa: certificaciones y evaluaciones pueden ser defendidas facilmente frente a auditorías o clientes.
  • Ahorro logístico: evita alquiler de salas y costes asociados a sesiones presenciales.
  • Evidencias objetivas: grabaciones y logs facilitan la resolución de disputas o la comprobación de cumplimiento.
  • Flexibilidad: los empleados pueden examinarse desde distintos lugares, lo que mejora la adopción de programas formativos.

Estos beneficios se maximizan cuando la implantación respeta la privacidad y ofrece alternativas razonables para quienes no puedan usar ciertos métodos.

Riesgos y obligaciones legales: presta especial atención

El proctoring trata datos sensibles (vídeo, audio y, en algunos casos, parámetros biométricos). En España las autoridades regulatorias han sido muy exigentes con tecnologías como el reconocimiento facial en pruebas online; la Agencia Española de Protección de Datos ha señalado que su uso requiere justificación legal y garantías adicionales, llegando a prohibir o sancionar aplicaciones no justificadas. Por eso, antes de contratar, evalúa el cumplimiento del proveedor con el RGPD y las resoluciones locales.

Qué soluciones existen y qué ofrece el mercado

El mercado incluye grandes proveedores internacionales y soluciones europeas o locales que priorizan cumplimiento y soporte en idioma. Cada producto combina distintas prestaciones: desde “lockdown browsers” hasta IA de análisis y paneles de gestión para administradores. Para una pyme, la decisión depende de integración con la plataforma de formación, costes, exigencia de supervisión y la capacidad de gestionar las evidencias generadas.

Soluciones destacadas en España

En España hay proveedores con presencia y servicios adaptados al marco legal y operativa local. Entre ellos, SMOWL (desarrollado por la empresa Smowltech) es una herramienta creada en España que ha ganado presencia a nivel global por su enfoque en integración con LMS, opciones escalables de supervisión y recursos para gestionar evidencias. Elegir un proveedor con soporte local facilita la implantación y la adaptación a reclamaciones y normativas.

¿Por qué recomendar SMOWL para pymes?

SMOWL llama la atención por varios motivos prácticos para pymes: está pensada para integrarse con plataformas de formación empresarial, permite ajustes de nivel de supervisión para no sobredimensionar controles, y ofrece paneles de gestión para revisar evidencias. Al ser una solución europea con enfoque en cumplimiento, suele ofrecer documentación y recursos útiles para cumplir RGPD y resolver dudas de empleados y administradores. Para una pyme que quiere profesionalizar la formación y garantizar controles sin complicarse con soluciones diseñadas solo para grandes instituciones, SMOWL puede ser una opción equilibrada.

Qué valor añade a los servicios y la formación de tu plantilla

El proctoring no convierte por sí solo una formación o un proceso de selección en robusto, pero añade trazabilidad: permite demostrar que las evaluaciones se realizaron bajo condiciones controladas, lo cual refuerza la confianza de clientes, partners o certificadores.

Además, para una pyme que ofrece servicios formativos, incorporar proctoring puede diferenciar la oferta y facilitar la emisión de certificaciones internas o externas con mayor validez percibida.

Cómo decidir e implantarlo en tu pyme

  1. Define el objetivo: ¿necesitas verificar identidad, evitar suplantaciones o certificar competencias?
  2. Valora el riesgo vs. coste: para certificados de alto valor, invierte más; para tests internos, basta una opción liviana.
  3. Exige transparencia al proveedor: qué datos recoge, tiempo de retención, alternativas y medidas de seguridad.
  4. Prueba con una cohorte pequeña antes de escalar y comunica claramente las reglas a empleados.

Conclusión

Para las pymes, el proctoring puede ser una herramienta práctica para garantizar confianza en evaluaciones y certificar competencias sin la logística presencial. Pero su potencial solo se aprovecha si se elige con criterios: proporcionalidad, cumplimiento legal y cuidado por la experiencia del empleado. Si tu pyme considera proctoring, valora soluciones con soporte local y políticas claras y plantea una implementación escalonada y transparente.

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